Witkoff sugiere que Trump reconozca el control de Rusia sobre cuatro regiones de Ucrania.


El enviado especial de EE. UU., Steve Witkoff, instó a la Casa Blanca a apoyar un plan que reconocería efectivamente la autoridad de Rusia sobre cuatro regiones ucranianas (Luhansk, Donetsk, Zaporizhia y Jersón) a cambio del cese de las hostilidades. Esta propuesta se presentó durante una reunión con Trump, que tuvo lugar menos de dos días después de la conversación de Witkoff con el representante del Kremlin, Kirill Dmitriev, en Washington el 2 de abril.
Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania, se pronunció en contra de tal escenario, afirmando que Kyiv jamás aceptaría una concesión que legitimara la «propiedad» rusa de los territorios ucranianos. Kellogg indicó que una posible condición para el fin de la guerra podría ser la división de Ucrania en zonas de control, similar al Berlín de la posguerra. Sin embargo, enfatizó que esto implicaría la presencia voluntaria de los aliados de Ucrania, una «fuerza de disuasión» liderada por Gran Bretaña y Francia, no una ocupación por parte de los vencedores.
Esto sugiere que Ucrania podría tener que renunciar a sus territorios orientales, actualmente ocupados por Rusia. La declaración de Kellogg marca el primer reconocimiento por parte de un alto funcionario estadounidense del posible papel del río Dniéper como línea de demarcación, pero Rusia se opuso a sus propuestas.