Ucrania y Rusia negociaron en Estambul, durante las cuales Moscú presentó exigencias desproporcionadas.

Las conversaciones duraron alrededor de dos horas, y Rusia presentó expectativas excesivamente ambiciosas en comparación con las conversaciones anteriores. Además, Rusia amenazó con «luchar indefinidamente» y tomar el control de dos regiones más: Sumy y Járkov. El representante del Kremlin, Volodymyr Medinsky, describió las cinco demandas clave de Moscú:

1. El estatus neutral de Ucrania: Ucrania tendría que adoptar una postura neutral similar al modelo austríaco, prohibiendo la presencia militar extranjera y las armas de destrucción masiva en su territorio.
2. Sin reparaciones: Ambas partes deben renunciar mutuamente a cualquier reclamo de compensación por daños de guerra.
3. Derechos de la población de habla rusa: Ucrania debe adoptar las normas europeas para proteger los derechos de las minorías nacionales y detener cualquier «propaganda nacionalista».
4. Reconocimiento de territorios: Ucrania debe reconocer cinco regiones (Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporiyia y Crimea) como territorio ruso y trabajar por su reconocimiento internacional.
5. Una condición previa para un alto el fuego: la retirada completa de las fuerzas ucranianas de las regiones mencionadas anteriormente y su transferencia completa a Rusia.

Como resultado, las conversaciones en Estambul concluyeron sin un acuerdo de alto el fuego. El único punto de acuerdo fue un intercambio de prisioneros de 1.000 por 1.000.

Tanto los representantes ucranianos como los europeos rechazan firmemente las condiciones de Moscú, argumentando que violan el derecho internacional y la soberanía de Ucrania.

El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, mencionó que el siguiente paso en el proceso de negociación debería ser una reunión entre Zelenski y Putin.