Trump intenta utilizar el acuerdo minero con Ucrania como palanca para presionar a Rusia en las negociaciones.

Según el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, tras la firma del acuerdo, Trump pretendía dirigirse a Rusia con un mensaje de apoyo a Ucrania en el ámbito económico, con la esperanza de que esto animara a Moscú a sentarse a la mesa de negociaciones. Bessent señaló que la implementación del plan se vio obstaculizada, pero confía en que la situación aún puede rectificarse. Bessent enfatizó que el acuerdo no favorecía a ninguna de las partes y que podría haber evolucionado hacia una auténtica asociación económica en lugar de un «contrato predatorio».

Esta semana, la delegación ucraniana en Washington finalizará un nuevo borrador del acuerdo.

La ministra de Economía, Yulia Svyrydenko, señaló: «Lo que tenemos ahora es un documento que refleja la postura del grupo legal del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Esta no es la versión final ni representa una postura común».

Por lo tanto, según ella, Ucrania está lista para definir sus límites y los principios clave en los que debe basarse el acuerdo.

«Nos centramos en garantizar que el texto final del acuerdo se ajuste plenamente a nuestros intereses estratégicos», declaró Svyrydenko.