Solo el 57% de las pequeñas y medianas empresas han reanudado su desempeño anterior a la guerra.
Según un estudio del BERD, el resto de estas empresas han reducido el alcance de sus actividades (37%) o las han suspendido (6%). La guerra ha tenido un impacto significativamente negativo en estas empresas. Los ingresos disminuyeron en promedio un 43% y el número de puestos de trabajo un 22%. Los cinco principales problemas a los que se enfrentaron las pequeñas y medianas empresas durante la guerra son:
- reducción de la demanda y pérdida de los mercados de venta tradicionales (77%),
- aumento de los costes (70%),
- reducción de la productividad debido a los bombardeos y ataques aéreos (68%),
- incapacidad para pronosticar y construir estrategias a largo plazo (68%)
- falta de oportunidades para aumentar el salario del personal (55%).
La interrupción de las cadenas de suministro es un gran problema para las empresas industriales (67%), mientras que, en general, este indicador afecta al 52% de las pequeñas y medianas empresas. La principal necesidad de estas empresas es el dinero. Cuando se les preguntó qué tipo de apoyo, además de un préstamo, les podría ser útil, el 35% respondió donaciones para la reconstrucción y otro 32% donaciones para otros fines.