Rusia tiene cada vez más problemas para exportar su petróleo, ya que las últimas sanciones han golpeado duramente a la «flota en la sombra».
Los petroleros rusos han utilizado diversas tácticas para eludir las restricciones y entregar petróleo ruso ocultando su origen. Pero ahora la «flota en la sombra», compuesta por unos 1.300 barcos, se enfrenta a otro problema: un aumento en el número de barcos que han caído bajo las restricciones occidentales.
Solo en Barbados y Panamá, más de 100 barcos rusos han sido dados de baja debido a las sanciones. Estos barcos han perdido su derecho legal a operar en esas jurisdicciones, lo que reduce sus posibilidades de acceder a puertos internacionales y servicios de seguros. Algunos petroleros rusos anteriormente registrados en Barbados ya han cambiado sus banderas a Tanzania y Santo Tomé y Príncipe para eludir estas sanciones.
Sin embargo, los expertos creen que las últimas restricciones han sido muy efectivas para obligar a los buques de la flota en la sombra a abandonar las operaciones comerciales, ya que los participantes del mercado temen que serán objeto de sanciones si interactúan con los petroleros o sus cargamentos.
Los ingresos de exportación de petróleo de Rusia cayeron en $1.1 mil millones en noviembre a $14.6 mil millones.