Rusia produce misiles a un ritmo mayor que el que los fabricantes occidentales pueden producir interceptores.


El ejército ruso no ha agotado sus reservas de misiles ni siquiera en el cuarto año de la guerra con Ucrania. El Kremlin posee actualmente unos 500 misiles y no tiene planes de detener la producción. Mientras tanto, los fabricantes de misiles de defensa aérea Patriot siguen quedándose atrás de los rusos en la producción de municiones, escribió The Economist.
Por ejemplo, Lockheed Martin, que construye los sistemas Patriot y sus misiles acompañantes (PAC-3), está aumentando su capacidad a 650 misiles al año. Sin embargo, esto es aproximadamente 100 misiles menos que la producción rusa proyectada de misiles balísticos.
Simultáneamente, según los analistas de ISW, el líder ruso Vladimir Putin está utilizando ataques de largo alcance contra ciudades ucranianas, campañas retóricas agresivas y un pesimismo excesivo en Occidente respecto a la situación en el campo de batalla en Ucrania para socavar la moral de los ucranianos y convencer a Occidente de que la victoria de Rusia en Ucrania es inevitable y que apoyar a Ucrania es inútil.
Por otro lado, el 26 de mayo, Ucrania continuó atacando instalaciones de producción de defensa en Rusia donde se fabrican los drones Shahed. Drones ucranianos atacaron las regiones de Yelabuga e Ivanovo, alcanzando una planta que produce componentes para equipos y armas rusos, incluidos misiles.