Rusia llevó a cabo su cuarto gran ataque contra Ucrania este año, utilizando 215 misiles y drones.


La noche del 24 de abril, las fuerzas rusas atacaron ciudades ucranianas con 70 misiles y 145 vehículos aéreos no tripulados. Potentes explosiones resonaron en Kyiv y Járkov. Al menos 12 personas murieron en la capital y otras 90 resultaron heridas. En Járkov, el ataque causó daños a una empresa fabricante de equipos comerciales, UBC Promo. La infraestructura ferroviaria también se vio afectada en Kyiv y la región de Járkov.
Este es el cuarto bombardeo importante contra Ucrania en los primeros cuatro meses del año. El más extenso tuvo lugar el 7 de marzo, cuando Rusia desplegó 261 vehículos de ataque aéreo.
Debido al ataque, el presidente Zelenski tuvo que interrumpir su visita a Sudáfrica y regresar a Ucrania. También ordenó al ministro de Defensa que contactara con los aliados de Ucrania para reforzar las defensas aéreas del país.
En este contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores declaró que es Rusia, y no Ucrania, quien representa un obstáculo para la paz, y afirmó que la presión debe dirigirse a Moscú, no a Kyiv.
«Con sus acciones, Putin demuestra que ignora cualquier esfuerzo de paz y solo busca mantener la guerra. La debilidad y las concesiones no detendrán su terror y agresión», añadió el ministro de Asuntos Exteriores, Andriy Sybiha.