Rusia ha propuesto nuevas condiciones para el fin de la guerra y ha acusado a Estados Unidos y Ucrania de prolongar las conversaciones de paz.


Para poner fin al conflicto, Rusia exige a las autoridades ucranianas que dejen de entrenar a soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania en países occidentales.
«La participación o complicidad de otros países en el conflicto militar es un punto clave que debe detenerse, tanto en el suministro de armas como en el entrenamiento de militantes ucranianos. La finalización de estos programas es una muestra del deseo de resolver el conflicto», declaró el embajador en misión especial del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Rodion Miroshnyk.
Más de 200.000 soldados ucranianos ya han completado su entrenamiento en Occidente. Rusia ha calificado estos programas de «hostiles» hacia Rusia.
Anteriormente, funcionarios rusos declararon que, como parte de una solución pacífica, exigirían a Ucrania que renuncie a las armas suministradas por Occidente, reduzca su ejército, reconozca la anexión de Crimea y cuatro regiones, y retire sus tropas.
El Kremlin también insta a Kyiv a mantenerse al margen de alianzas y coaliciones militares. Recientemente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que el progreso de las conversaciones de paz en Ucrania depende de la postura de Kyiv y de la mediación estadounidense.
El enviado especial de EE. UU., Keith Kellogg, respondió: «Las acusaciones rusas de que son EE. UU. y Ucrania quienes obstaculizan las conversaciones de paz carecen de fundamento».