Rusia ha lanzado una nueva ofensiva de verano en Ucrania.


En respuesta al estancamiento del proceso de paz mediado por Estados Unidos, el ejército de ocupación ruso ha iniciado una ofensiva a gran escala en la región de Donetsk. Analistas estadounidenses informan que el dictador ruso Putin sigue confiando en su capacidad para ganar la guerra militarmente, aunque las sanciones y las cuantiosas pérdidas podrían minar gradualmente la capacidad militar rusa, convirtiendo este verano en su última oportunidad para un avance serio.
Además de la ofensiva principal en Donetsk, el Kremlin planea lanzar ataques menores a lo largo de las fronteras de las regiones de Sumy y Kharkiv. Se espera que las fuerzas principales se concentren en la región de Donetsk, mientras que otras acciones servirán como distracción para desviar los recursos y la atención de Ucrania. Actualmente, 125.000 combatientes están desplegados a lo largo de la frontera con las regiones de Sumy y Kharkiv. Según la inteligencia ucraniana, esta cifra es insuficiente para capturar dos centros regionales.
El ejército ucraniano ha señalado que Rusia probablemente intentará utilizar un posible avance en las zonas fronterizas de las regiones de Sumy y Kharkiv como medio de presión política, particularmente en el proceso de negociación, añadiendo dos regiones más a la agenda.