Rusia está realizando un último esfuerzo con una ofensiva de verano a gran escala en Ucrania.


El objetivo de la campaña rusa es quebrar el espíritu de lucha de los ucranianos y otorgarle a Vladimir Putin al menos una victoria simbólica, señala The Economist. Según la inteligencia ucraniana, las principales zonas de la ofensiva serán Pokrovsk y Konstantynivka, en la región de Donetsk. En la región de Sumy, Rusia intenta crear una zona de amortiguación, tras lo cual planea transferir fuerzas al Donbás y hacia Zaporiyia.
La evaluación del ejército ucraniano sobre las perspectivas de la ofensiva difiere. Algunos señalan que las tropas rusas no han podido tomar Konstantynivka durante más de tres años, mientras que otros admiten que la Federación Rusa lleva la delantera en el maratón de drones en el frente, lo que supone un desafío significativo.
Sin embargo, si la ofensiva de verano no le otorga a Rusia una victoria decisiva, incluso pequeñas conquistas territoriales podrían impulsar a Putin a continuar la guerra. No obstante, es probable que la diplomacia se reanude una vez que se estabilice la línea del frente.