Rusia está intentando desviar la culpa por la pérdida de la base militar en Makiivka para preservar la autoridad de Putin.
Según ISW, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, aunque ha reconocido la pérdida, está tratando de trasladar la responsabilidad a la República Popular de Donetsk (DNR). Ellos, a su vez, afirman que los militares tienen la culpa de todo, ya que usaron teléfonos móviles y así permitieron a los ucranianos rastrear las señales y determinar las coordenadas del ataque. El vago reconocimiento del ataque por parte del Ministerio de Defensa ruso provocó críticas al mando militar ruso. El Grupo Wagner señaló que el comando facilitó el ataque de las fuerzas ucranianas al mantener a varios cientos de soldados en un solo lugar, y también calificó de «mentiras» la explicación del DNR sobre el uso de teléfonos móviles. Dichos reveses militares complicarán aún más los esfuerzos de Putin para tranquilizar a la comunidad militar rusa y mantener la narrativa dominante en el espacio de inteligencia nacional, agregó ISW. El fracaso de Putin para responder a las críticas y corregir las deficiencias de la campaña militar de Rusia socava su credibilidad como líder militar práctico, concluyeron los analistas.