Rusia desató otro ataque aéreo masivo contra Kyiv y la ciudad de Odesa, a orillas del Mar Negro.


La noche del 10 de junio, Rusia lanzó uno de sus mayores ataques contra Ucrania utilizando drones de ataque, siendo las regiones de Kyiv y Odesa las más afectadas.
El presidente Zelenski declaró que uno de los ataques más extensos contra Kyiv tuvo lugar durante la noche, con un muerto y cuatro heridos. En total, Rusia envió 315 vehículos aéreos no tripulados de ataque y drones simuladores, así como siete misiles, dirigidos contra Ucrania. En Kyiv, el bombardeo dañó un importante monumento nacional, la Catedral de Santa Sofía, y varios edificios residenciales.
En Odesa, dos hombres murieron y una decena de personas resultaron heridas en el ataque. Además, edificios residenciales, una maternidad, un puesto de servicios médicos de emergencia, un centro de transfusión sanguínea, un zoológico, una estación de tren y el estudio cinematográfico de Odesa sufrieron daños.
«Los ataques rusos son más contundentes que los esfuerzos de Estados Unidos y otros países para obligar a Rusia a la paz. Es importante que la respuesta a estos ataques no sea el silencio mundial, sino acciones concretas», enfatizó el presidente ucraniano.
Cabe destacar que, a pesar del reciente aumento en la frecuencia de los ataques, la defensa aérea ucraniana logró derribar más del 80% de los drones y aproximadamente el 80% de los misiles lanzados.