Rusia acuerda limitar sus ataques a la infraestructura y el sector energético de Ucrania durante 30 días, pero no se comprometerá a una tregua.


Tras una conversación entre Donald Trump y Vladimir Putin, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló que los presidentes acordaron continuar las «negociaciones técnicas» sobre un alto el fuego en el mar y avanzar hacia un alto el fuego completo y una paz sostenible. Esto indica que Moscú, a diferencia de Kyiv, no ha demostrado su disposición a un silencio de 30 días en toda la línea del frente.
«Estas negociaciones comenzarán de inmediato en Oriente Medio», declaró la Casa Blanca sobre los próximos pasos.
Trump y Putin también coincidieron en que «la futura mejora de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia conlleva importantes beneficios, gracias a los sustanciales acuerdos económicos y la estabilidad geopolítica».
Rusia confirmó su disposición a cesar las hostilidades durante 30 días, pero solo en lo que respecta a la infraestructura energética. Según informes, Putin ya ha emitido la orden correspondiente.
Como suele ocurrir, el Kremlin ha lanzado ultimátums; Rusia exige que se detengan los suministros de armas a Ucrania, así como el suministro de inteligencia militar. Rusia también reiteró la necesidad de abordar las «causas profundas de la crisis» y el reconocimiento de los «intereses legítimos de Rusia» en materia de seguridad.