Putin sigue mintiendo sobre la salud de la economía rusa, mientras el Banco Central se preocupa.
Vladimir Putin dijo que el año pasado fue un éxito para la economía rusa y que los principales indicadores macroeconómicos son positivos. Los ingresos del presupuesto ruso no relacionados con la venta de hidrocarburos aumentaron un 26% y superaron lo previsto en 800 mil millones de rublos, y el sector bancario se siente «seguro» y «tiene los recursos para financiar la economía».
Sin embargo, Putin reconoció que la inflación fue «más alta de lo previsto». Putin afirma que el déficit presupuestario, el 1,7% del PIB, se encuentra en un nivel «aceptable» y es varias veces menor que el de los países occidentales.
Sin embargo, según el Ministerio de Finanzas ruso, el año pasado el déficit presupuestario resultó ser un 100% mayor que los 1,6 billones de rublos previstos. El volumen de activos líquidos del Fondo Nacional de Bienestar cayó a 37,5 mil millones de dólares, el nivel más bajo desde 2008. Durante los tres años de guerra, se ha gastado el 66% de este fondo (76 mil millones de dólares).
Según el Banco Central de la Federación Rusa, el volumen de negocios de los exportadores de mercancías se desplomó un 19% en diciembre del año pasado. El flujo neto de entrada de mercancías procedente del comercio exterior disminuyó a 5.600 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2020.