Putin se niega a aceptar las propuestas de paz de Estados Unidos y sigue insistiendo en cuatro regiones ucranianas, a pesar de la presión estadounidense.


El presidente ruso, Putin, insiste en que cuatro regiones ucranianas sean reconocidas como parte de la Federación Rusa a cambio del cese de las hostilidades. En particular, Putin reivindica las regiones de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia dentro de sus fronteras administrativas, aunque ninguna de estas regiones está totalmente controlada por el ejército ruso.
El enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, quien conversó con el líder ruso durante tres horas en el Kremlin el 25 de abril, intentó persuadir a Putin para que congelara el conflicto en la línea del frente actual. Sin embargo, las conversaciones han llegado a un punto muerto, y para seguir avanzando probablemente se requerirá un contacto personal entre Putin y Trump.
El líder ruso quiere que Estados Unidos reconozca oficialmente a Crimea, anexionada en 2014, como parte de Rusia y acepte su control continuo sobre los territorios de Ucrania que actualmente ocupa, así como que levante algunas sanciones vigentes y abandone los planes de admitir a Ucrania en la OTAN. Actualmente no hay indicios de que Putin ceda en sus ambiciones.
El Departamento de Estado de EE.UU. ha reiterado que su país podría retirarse del proceso de negociación si no hay avances.