Putin ha vuelto a lanzar ultimátums para poner fin a la guerra, pero su objetivo inicial es continuar anexionándose territorios ucranianos.

El dictador ruso describió las condiciones que Ucrania debe cumplir para detener la agresión: «Kyiv debe aceptar un estatus neutral, abstenerse de participar en alianzas extranjeras, renunciar a cualquier ambición de armas nucleares y reconocer los resultados de los referendos celebrados por Rusia en las regiones ucranianas ocupadas».

Según Putin, «ignorar los resultados de los referendos aumenta el riesgo de un nuevo conflicto armado». Además, criticó a Occidente por su renuencia a concluir la guerra, alegando que están utilizando a Ucrania «como una herramienta contra Rusia». Anteriormente, en un foro económico en San Petersburgo, Putin reiteró que ucranianos y rusos son un solo pueblo; por lo tanto, en su opinión, toda Ucrania pertenece legítimamente a Rusia.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andriy Sybiha, respondió a las declaraciones de Putin, sugiriendo que el líder ruso muestra un total desprecio por los esfuerzos estadounidenses de mediación en el conflicto. Sybiha sostuvo que, con sus declaraciones, Putin revela abiertamente su intención de persistir en la toma de territorio ucraniano. El ministro enfatizó que la única manera de obligar a Rusia a la paz es eliminar su sensación de impunidad, reforzar el apoyo a la defensa de Ucrania y perjudicar la economía rusa mediante severas sanciones.