Orban se reunió con el líder de Turquía, que busca el equilibrio entre las buenas relaciones con Rusia y el suministro de armas a Ucrania.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunció que continúa su «misión de mantenimiento de la paz» y se reunió con el presidente de Turquía en Washington. Llamó a Estambul un «actor indispensable» en los esfuerzos de paz. Orbán también pidió a Recep Erdogan que «se una a la misión de mantenimiento de la paz».
Sin embargo, Turquía no planea abandonar el acto de equilibrio que mantiene entre la membresía en la OTAN, la mejora de las relaciones con Rusia y su estatus como aliado de Ucrania. Erdogan demuestra una «política de equilibrio». Se reunió la semana pasada con el dictador ruso Putin en Kazajstán. Esta semana participa en la cumbre de la OTAN dedicada a la amenaza rusa. Turquía mantiene vínculos con Moscú y no observa sanciones contra Rusia. El país suministra a Kyiv drones y buques de guerra, pero sigue comprando petróleo y gas rusos.
El presidente del Instituto Americano de Estudios de Política Exterior afirma que «Turquía busca minimizar las tensiones en las relaciones con Rusia, mantener a la OTAN lo más alejada posible de la región y controlar cualquier posible escalada».