Nota del editor: hay una escena famosa en Lincoln, la película de 2012. Daniel Day-Lewis, interpretando al presidente estadounidense en tiempos de guerra, se sube a la buhardilla de una pensión de Washington. Allí, un cuarteto de cabilderos de mala reputación beben whisky y juegan a las cartas. Lincoln necesita votos para aprobar la Enmienda 13, asegurando que la emancipación de los esclavos no se revierta después de la guerra. Sorpresa, sorpresa, algunos congresistas no quieren hacer lo correcto. Entonces Lincoln comienza a repartir las golosinas: una oficina de correos para uno, un trabajo de aduanas para otro. Se llama política minorista. Si los próximos tres años de la administración de Zelenskiy van a tener éxito, es mejor que él y su gerente de Rada comiencen a aprenderlo. – Saludos cordiales Jim Brooke