Los países occidentales deben gastar 10 billones de dólares en defensa para disuadir eficazmente a los regímenes dictatoriales.
En 2024, el gasto en defensa de los miembros europeos de la OTAN alcanzará el 2% del PIB (470.000 millones de dólares) por primera vez. Sin embargo, para garantizar una defensa eficaz y mantener su política de disuasión, los países de la OTAN deben aumentar sus presupuestos militares a aproximadamente el 4% del PIB. Si los países del G7 quieren alcanzar este nivel, necesitarán más de 10 billones de dólares en la próxima década, escribe Bloomberg.
Sólo la Federación Rusa, que está librando una guerra, puede permitirse esos gastos militares. En 2023, gastó el 4,4% del PIB en defensa y seguridad, y en el presupuesto de 2024 se han destinado más de 10,7 billones de rublos (alrededor del 6% del PIB) a estos fines.
Entre los países de la OTAN, Polonia fue el que más gastó en 2023 (3,9%); para Estados Unidos, esta cifra fue del 3,3%; Corea del Sur gastó el 2,8% e Irán, que suministra drones a la Federación Rusa, el 2,2%. El gasto de China representó el 1,3% del PIB, pero se espera que este año aumente hasta un máximo de cinco años (al 7,2%).