Los países bálticos y escandinavos han gastado la mayor parte de su PIB en ayuda a Ucrania, mientras que Grecia, Chipre y Francia están bloqueando la financiación de Bayraktar.
Según un estudio de IFW, a partir del 15 de enero el volumen total de las obligaciones de ayuda de Estonia a Ucrania asciende al 3,5% del PIB del país. En segundo lugar según este indicador se encuentra Dinamarca, con un 2,41%. Les siguen Noruega (1,72%), Lituania (1,54%), Letonia (1,15%), Finlandia (0,71%), Polonia (0,69%) y Países Bajos (0,67%). El volumen total de ayuda y obligaciones de Alemania es el 0,57% de su PIB, el Reino Unido (0,55%), Estados Unidos (0,32%) y Francia (0,07%).
Si consideramos en cifras absolutas la ayuda proporcionada y prometida a Ucrania en todos los ámbitos, la UE ocupa el primer lugar, con un total de 84.990 millones de euros. El segundo mayor partidario es Estados Unidos, con 67,71 mil millones de euros. Alemania ocupa el tercer lugar con 22.060 millones de euros.
Mientras tanto, Grecia, Chipre y Francia han bloqueado la financiación necesaria para suministrar a Ucrania vehículos aéreos no tripulados Bayraktar y proyectiles de artillería de fabricación turca, que se suponía que se comprarían con fondos europeos.