Los drones Shahed rusos han entrado en una nueva fase de su guerra contra Ucrania.


Fabricados con planos iraníes y modificados en Rusia, los drones de ataque Shahed se han convertido en el arma principal del terror ruso contra la población civil ucraniana. Desde principios de 2025, Rusia ha llevado a cabo más de 1.000 ataques con drones a la semana. Tan solo el 8 de junio, el estado agresor lanzó 479 drones. Estos ataques suelen combinarse con ataques con misiles, desbordando las defensas aéreas ucranianas.
La inteligencia ucraniana informa que Rusia produce Shaheds en masa en fábricas de Tartaristán e Izhevsk. A pesar de su bajo coste (entre 50.000 y 80.000 dólares), los Shahed pueden causar daños millonarios destruyendo infraestructura y matando a civiles. Por otro lado, cada intercepción de drones supone un coste significativamente mayor para la defensa aérea ucraniana, lo que convierte a los Shaheds en un arma rusa extremadamente eficaz.
Para combatirlo, Ucrania está formando unidades especializadas en la interceptación de Shaheds. Los nuevos UAV ucranianos, cuyo precio oscila entre 5.000 y 6.000 dólares, pueden rastrear y destruir objetivos a una distancia segura de zonas pobladas.
Sin embargo, Rusia continúa incrementando la producción de Shahed y modernizando sus modificaciones para superar las defensas aéreas e infligir más daños.