Las sanciones y los drones finalmente han llegado a los ingresos del petróleo y el gas del Kremlin.
La refinería de petróleo Rosneft Tuapse dejó de procesar petróleo y también de producir productos derivados del petróleo tras un ataque de drones ucranianos. Se trata de la única refinería de petróleo de Rusia en la costa del Mar Negro, se encuentra entre las diez más grandes del país y procesa hasta nueve millones de toneladas de materias primas cada año. Este ataque fue al menos el cuarto de la semana pasada contra una instalación de infraestructura energética rusa.
Además, 14 petroleros cargados con 10 millones de barriles de crudo ruso Sokol con destino a la Indian Oil Corporation (IOC) se encuentran en el limbo frente a las costas de Corea del Sur. El petróleo aún no se ha vendido debido a las sanciones estadounidenses y a problemas de pago. Reuters llama a este uno de los peores fracasos de Rusia en la exportación de petróleo en los últimos dos años.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos a una nueva planta rusa en Siberia (Arctic LNG-2) que produce gas natural licuado destruyeron los planes de iniciar exportaciones. El operador de la planta de Novatek lleva desde noviembre intentando encontrar compradores y el primer envío se ha pospuesto al menos hasta febrero.