Las pequeñas y microempresas ucranianas son las que más han sufrido debido a la guerra.
Al mismo tiempo, las medianas empresas lograron continuar con su trabajo y no han detenido sus operaciones por completo. En general, las empresas ucranianas perdieron el 32% de su facturación en 2022 en comparación con 2021, dijo Andriy Dligach, cofundador del Centro para la Recuperación Económica.
Como señaló, los resultados del estudio mostraron que el año pasado casi el 10% de las empresas dejaron de operar por completo, y más del 20% de las empresas estaban casi totalmente inactivas.
En el este, el 38% de las empresas se han detenido por completo y otro 26% casi ha dejado de funcionar. Sin embargo, la situación es mejor en el oeste.
Dligach identificó los mayores problemas para las empresas como la insuficiente solvencia de los clientes en el mercado interno, la imprevisibilidad de la situación, la imprevisibilidad de las acciones del Estado y la falta de capital suficiente.