Las conversaciones entre Estados Unidos y Putin han llegado a un punto muerto, pero Trump se mantiene optimista sobre el deseo de Putin de poner fin a la guerra.

Funcionarios de la administración Trump, que se han reunido con diplomáticos rusos al menos seis veces en los últimos dos meses, han regresado de las negociaciones sin un resultado, lo que comienza a generar preocupación entre ellos.

Tras la conclusión de las conversaciones con Rusia, se llevó a cabo una reunión informativa para los socios europeos y ucranianos de Estados Unidos. A pesar del generoso paquete de propuestas de la Casa Blanca para el Kremlin, que incluye el levantamiento de las sanciones, proyectos empresariales conjuntos y el reconocimiento de Crimea, Putin sigue insistiendo en sus exigencias anteriores. Algunos funcionarios aún creen que el Kremlin podría llegar a un acuerdo con Trump, pero actualmente, «no hay nada que realmente pueda hacerlo funcionar».

La intransigencia de Putin está empujando a Estados Unidos a reevaluar su estrategia. Trump está ansioso por finalizar cualquier acuerdo lo antes posible, incluso si es significativamente menos ambicioso de lo previsto inicialmente.

Según el enviado especial de Estados Unidos, Keith Kellogg, la administración Trump está cerca de lograr un acuerdo de alto el fuego. Sin embargo, Kellogg considera que la idea de una tregua de tres días en mayo es absurda, ya que Trump busca un alto el fuego permanente y completo, al que los ucranianos están dispuestos a comprometerse.