La UE busca romper permanentemente los lazos energéticos con Rusia.
La UE eliminará la dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos durante esta década, escribe The Guardian. Cabe señalar que la UE espera que las importaciones de gas ruso caigan a 40.000-45.000 millones de metros cúbicos este año, frente a 155.000 millones en 2021. Además, el bloque de 27 países ya ha impuesto sanciones a la importación de carbón y petróleo marino rusos.
«Puede que lo peor de la crisis ya haya quedado atrás, pero no hay lugar para la complacencia. Los mercados energéticos siguen siendo vulnerables, los subsidios a los combustibles fósiles han aumentado durante la crisis, la inflación sigue siendo alta y nuestra infraestructura crítica debe ser protegida, incluso contra el sabotaje», afirmó la Comisión Europea.
Para reemplazar el gas ruso, los países de la UE han aumentado las importaciones de otros proveedores y al mismo tiempo han reducido el uso de gas. Noruega ha reemplazado a la Federación de Rusia como el mayor proveedor de gas por gasoducto a la UE, y las importaciones de gas natural licuado han aumentado marcadamente, principalmente a través del suministro de los Estados Unidos.