La reparación de la infraestructura energética le costará a Ucrania 300 millones de euros.
Este cálculo fue anunciado por la jefa de la comisión parlamentaria de integración europea, Ivanna Klympush-Tsintsadze. En una reunión con el vicepresidente de la Comisión Europea para las relaciones interinstitucionales, Marosh Šefčovych, Klympush-Tsintsadze enfatizó que con la llegada del invierno, los ucranianos están sintiendo las consecuencias del terrorismo energético ruso de manera más amplia y aguda. Ucrania necesita más apoyo sustancial de la UE. Los fondos se necesitan para transformadores, componentes y repuestos eléctricos y consumibles para la restauración de las instalaciones de suministro eléctrico dañadas. Además, a corto plazo, Ucrania necesitará generadores, suministros de combustible y varios tipos de baterías. En caso de que la situación se vuelva más crítica, Ucrania tendría que depender de la UE para suministrar el flujo mínimo necesario de electricidad a la red eléctrica ucraniana, agregó Klympush-Tsintsadze.