La inteligencia británica prevé un aumento de la dependencia de la economía rusa de la guerra.


La inteligencia británica cree que Rusia probablemente gastará más en defensa en 2025 de lo previsto en el presupuesto de este año debido a las presiones inflacionarias. Esto se debe, en parte, a que la inflación casi con certeza superará el objetivo del Banco Central ruso del 4%, a pesar de los esfuerzos por controlarla aumentando las tasas de interés. Se observa que la mayoría de los impagos corporativos ocurrirán en sectores civiles, lo que aumenta aún más la dependencia del complejo militar-industrial como motor de la actividad económica.
Según The Telegraph, a pesar de los esfuerzos del presidente estadounidense Trump por poner fin a la guerra, la economía rusa está directamente vinculada a la continuación de las hostilidades; por lo tanto, Putin no se está preparando para la paz sino simplemente fortaleciendo su maquinaria militar. Actualmente, la economía militar representa el 8-10% del PIB de Rusia, lo que es significativo para un país involucrado en una guerra más allá de sus propias fronteras.
La manufactura, que incluye el complejo militar-industrial, fue el único sector que mostró crecimiento el año pasado, con un 7,6%. Eliminar el motor del gasto militar del Estado hundiría a Rusia en un estancamiento económico comparable al de la década de 1980.