La fiscalidad de las transacciones inmobiliarias ha cambiado.

Anteriormente, los ingresos por la venta de una propiedad por año no estaban gravados, y la venta de la segunda propiedad y las siguientes estaban gravadas a una tasa del 5%. La nueva ley tributaria # 5600 debería cerrar esta posibilidad. A partir del 1 de enero, los ingresos por la venta de una tercera y subsiguientes propiedades inmobiliarias vendidas por un individuo durante el año deben gravarse a una tasa estándar del 18%. Sin embargo, el impuesto del 18% no se pagará sobre el monto total recibido por la venta de bienes raíces, sino solo sobre la diferencia entre el monto de la venta y el precio al que se compró la propiedad.