La extracción de minerales en Ucrania, en virtud del acuerdo con EE. UU., no comenzará hasta después de 2040.

Según fuentes del sector, es poco probable que el acuerdo sobre el subsuelo firmado por el presidente estadounidense Donald Trump con Ucrania genere beneficios sustanciales durante al menos una década, y requerirá una considerable inversión privada para impulsar nuevos proyectos.

«Podría tardar entre 10 y 15 años», declaró Eric Rasmussen, exdirector del departamento de recursos naturales del BERD.

Peter Bryant, presidente de la consultora estratégica Clareo, señaló que el acuerdo «no contribuye a reducir los riesgos en la cadena de suministro durante los próximos 10 años, ya que la apertura y el desarrollo de las minas tardarán al menos el mismo tiempo».

Persisten importantes desafíos, como la guerra en curso con Rusia, información geológica incompleta, infraestructuras gravemente dañadas y corrupción, además de los problemas típicos relacionados con el inicio de cualquier nueva iniciativa de recursos. Estos factores implican que las minas establecidas en virtud de este acuerdo no comenzarán la producción de minerales hasta después de 2040.

Un desafío importante es el acceso a los datos de exploración geológica de la era soviética, muchos de los cuales permanecen clasificados debido a la guerra. Además, teniendo en cuenta la extensa historia minera de Ucrania, es posible que muchos de los depósitos más ricos ya se hayan agotado.