La Casa Blanca no tiene prisa por aumentar la presión sobre la flota rusa en la sombra debido a un posible impacto negativo en el coste de los transportadores de energía en vísperas de las elecciones.
Los funcionarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos han propuesto nuevas restricciones diseñadas para detener una flota de petroleros envejecidos que ayudan a transportar petróleo ruso desafiando las sanciones internacionales.
Sin embargo, como señala el NYT, esos esfuerzos se han visto obstaculizados por las preocupaciones de la Casa Blanca sobre cómo afectaría a los precios de la energía antes de las elecciones de noviembre. Los asesores económicos de la Casa Blanca están en contra de las propuestas, a pesar de que los funcionarios del Tesoro les presentaron datos analíticos que muestran un bajo riesgo de impacto significativo en el mercado petrolero.
Los funcionarios del Tesoro quieren que la administración aplique multas específicas a los petroleros de la flota en la sombra que podrían limitar sus ventas u obligarlos a ser desmantelados.
Los funcionarios del ministerio han realizado un análisis económico que indica que es poco probable que las sanciones propuestas expulsen al petróleo ruso del mercado, sino que obligarían a Moscú a vender más petróleo a precios más bajos.