Kellogg ha declarado que Ucrania ha acordado congelar la guerra.


El enviado especial del presidente estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, ha propuesto el establecimiento de una zona desmilitarizada bajo control conjunto ucraniano-ruso. Cree que un alto el fuego vigente permitirá a las partes mantener el control sobre el territorio que actualmente controlan.
«Los ucranianos deben reconocer que estas tierras por las que lucharon permanecerán con los rusos por ahora, pero la situación podría cambiar con el tiempo», declaró, refiriéndose a los ejemplos históricos de los países bálticos tras la Segunda Guerra Mundial y la unificación de Alemania.
Según Kellogg, Ucrania está preparada para crear una zona desmilitarizada de 30 kilómetros, y cada bando retirará sus tropas a 15 kilómetros de la posición actual. Esta zona será supervisada por tropas desplegadas por la coalición de los dispuestos, lo que facilitará el seguimiento de las violaciones. El enviado especial de Trump está convencido de que un alto el fuego de 30 días podría ser crucial.
«Si podemos mantenerlo, podemos continuarlo. Tras una pausa en las hostilidades, es muy difícil reanudar el conflicto, y no creo que vuelvan a luchar», enfatizó.
Kellogg también enfatizó que Putin es el principal obstáculo ahora, ya que Ucrania ha acordado un alto el fuego de 30 días, pero Rusia no.