Invertir en desminado es crucial para la reconstrucción de Ucrania y garantizar la seguridad alimentaria mundial.

Antes de la invasión a gran escala, Ucrania alimentaba a 400 millones de personas en todo el mundo y suministraba productos agrícolas a la UE, el norte de África y Asia, aportando aproximadamente el 10% del grano mundial. Sin embargo, debido a la ocupación y la minería, el 20% (unos seis millones de hectáreas) de las tierras agrícolas de Ucrania es actualmente inaccesible para el cultivo. Recuperarlas es esencial, afirmó Dmytro Salimonov, alto directivo de Global Clearance Solutions (GCS), empresa especializada en la eliminación de riesgos explosivos.

Existen 138 500 kilómetros cuadrados aún potencialmente contaminados con explosivos, lo que representa más del 22% de la superficie total de Ucrania. El desminado completo de Ucrania costará aproximadamente 30 000 millones de dólares, y el gasto total para limpiar los campos ucranianos podría alcanzar entre 10 000 y 15 000 millones de dólares.

No obstante, cada dólar invertido en desminado humanitario puede generar más de 4 dólares en beneficios económicos a largo plazo, incluyendo el aumento del PIB, la creación de empleo y el retorno de las personas a sus comunidades. Las inversiones en desminado se amortizan rápidamente al restablecer la producción, impulsar las exportaciones agrícolas, aumentar la recaudación fiscal y promover el crecimiento económico general en las zonas desminadas, enfatizó Salimonov.

Actualmente, más de 70 máquinas GCS especializadas operan en Ucrania, con una inversión en 2023-2024 que supera los 2 millones de euros.