Inmediatamente después del ataque a Moscú, fueron atacadas Belgorod y dos refinerías en el territorio de Krasnodar.
Según funcionarios occidentales y analistas de defensa, estos y otros ataques similares están diseñados para engañar al enemigo, interferir con su forma de pensar y, de lo contrario, «dar forma» al campo de batalla antes de una gran ofensiva.
Además, el gobierno alemán cree que Ucrania tiene todo el derecho de atacar el territorio de la Federación Rusa en defensa propia. Sin embargo, el país se opone al uso de armas alemanas para este tipo de ataques.
Además, representantes de la legión Libertad de Rusia, que hace unos días allanaron la región de Belgorod, anunciaron nuevos reclutamientos en sus filas, lo que les permitirá continuar con operaciones similares que tendrán como objetivo las regiones rusas y la capital de Rusia, Moscú.
La legión Libertad de Rusia también afirmó que las operaciones en las áreas fronterizas de la Federación Rusa continuarán hasta que haya suficientes legionarios para asaltar Moscú.