Este año, las importaciones mundiales de alimentos pueden aumentar a un récord de 1,98 billones de dólares.
Este pronóstico es un 1,5% superior a la cifra récord de 2022, que se estimó en 1,95 billones de dólares, dijo Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación. Hizo hincapié en que a pesar de alcanzar un nuevo máximo histórico, se espera que las tasas de crecimiento se desaceleren significativamente en comparación con 2022 y 2021, cuando el crecimiento alcanzó el 11% y el 18%, respectivamente.
En su opinión, los países de ingresos altos pueden compensar el aumento de los costos de los alimentos, mientras que los países de ingresos medios altos y bajos se centrarán en el suministro de alimentos básicos al reducir la variedad de cantidades de sus importaciones de alimentos.
«Los países en desarrollo, importadores netos de alimentos, son los más vulnerables a las subidas de los precios mundiales de los alimentos. Entre estos se encuentran países africanos, que ya enfrentan serios problemas de seguridad alimentaria, e incluso de hambre», apuntó el experto. Según él, la mayoría de estos países sufren conflictos bélicos además de difíciles condiciones económicas.