Estados Unidos ha aumentado la presión de las sanciones contra Rusia al prohibir a las empresas extranjeras realizar pagos por recursos energéticos rusos.


Los países europeos ya no pueden comprar petróleo a Rusia. El 12 de marzo, expiró la licencia que permitía a bancos rusos, como Sberbank, Alfa-Bank y el Banco Central de la Federación Rusa, realizar transacciones financieras en el sector energético para el comercio de gas natural, petróleo, productos derivados del petróleo, carbón y uranio. La administración Trump aún no la ha prorrogado. Según informes, la decisión de no prorrogar la licencia se considera una «táctica de negociación» para persuadir a Rusia a aceptar un alto el fuego.
Mientras tanto, Trump intensifica sus esfuerzos para poner fin a la guerra ruso-ucraniana, y Estados Unidos explora una posible cooperación con la empresa rusa Gazprom en proyectos internacionales. Gazprom espera relanzar el gasoducto Nord Stream y colaborar con Estados Unidos en la producción de GNL en la región ártica.
Según se informa, Estados Unidos, Alemania y Rusia están negociando la reanudación del suministro de petróleo a través del oleoducto Druzhba y la compra de gas ruso por parte de Alemania, siempre que Putin acepte un alto el fuego.