Empiezan a aparecer los primeros resultados de la ofensiva militar en la región de Kursk.
El éxito militar de la incursión emprendida por las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Kursk sigue en duda. Rusia está retirando sus unidades de otras zonas del frente a un ritmo más lento de lo que le gustaría al mando ucraniano.
«El objetivo mínimo es retirar las tropas rusas de Járkov y Donbás. Pero actualmente Rusia está transfiriendo tropas desde el frente de Járkov, pero hasta ahora ha transferido muchas menos tropas desde Donbás», señala The Economist.
Un interlocutor anónimo del Estado Mayor ucraniano señaló: «Están transfiriendo fuerzas, pero no tan rápido como les gustaría. Saben que no podemos estirar la logística a 80 o 100 kilómetros».
A su vez, los analistas de ISW suponen que el comando ruso está resistiendo la presión para transferir unidades desde otras direcciones a la región de Kursk. Sin embargo, los rusos pueden sacrificar la ofensiva en dirección a Kharkiv para evitar la transferencia de unidades desde áreas de mayor prioridad del frente.
Miles de soldados ucranianos participan en la operación en Kursk. La ofensiva tiene como objetivo desestabilizar a Rusia demostrando sus debilidades. Según el presidente Zelenskyy, Ucrania controla 1.000 kilómetros cuadrados de territorio recién capturado.