El negocio petrolero ruso está bajo presión: Estados Unidos espera que Europa se sume a las sanciones secundarias contra los compradores de petróleo ruso.


El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, declaró que Washington espera que sus aliados europeos se sumen a los posibles aranceles secundarios contra los países que ayudan a Rusia, en particular comprando su petróleo. Estas sanciones podrían implementarse si Rusia no cumple las condiciones del ultimátum de Trump y continúa la guerra. «Cualquier país que compre petróleo ruso sujeto a sanciones enfrentará aranceles secundarios de hasta el 100%», señaló el secretario.
Mientras tanto, el senador republicano Lindsey Graham celebró la decisión de la UE de reducir el precio máximo del petróleo ruso de 60 a 47,6 dólares por barril, pero exigió la suspensión total de las compras de hidrocarburos rusos hasta que Putin acepte sentarse a la mesa de negociaciones.
Paralelamente, Gran Bretaña ha impuesto nuevas sanciones diseñadas para aumentar la presión sobre el vital sector petrolero ruso, afectando a numerosas empresas y 135 buques de la flota en la sombra. Estos buques han transportado ilegalmente petróleo ruso por valor de 24.000 millones de dólares desde 2024.
Además, la rusa Rosneft se enfrenta a nuevas sanciones de la UE que amenazan su plan de vender su participación del 49,13% en la india Nayara Energy. Rosneft pretende vender su participación porque no ha podido obtener beneficios de la India durante varios años.
Además, debido a las restricciones de la UE, el gigante energético BP se ha negado a comprar 60.000 toneladas de diésel de la refinería de Nayara Energy en la India.