El jefe de los servicios secretos alemanes afirma que Rusia quiere poner a prueba la eficacia de la defensa colectiva de la OTAN.
Bruno Kahl, jefe del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND), cree que Rusia sigue preparándose para una verdadera confrontación militar con los países occidentales, pero que un ataque a gran escala por parte de Rusia estará precedido por operaciones locales destinadas a poner a prueba la solidez de la Carta de la OTAN.
La idea es que Moscú intente socavar la obligación de proporcionar asistencia militar directa a los miembros de la OTAN, consagrada en el artículo 5 de la Carta de la Alianza de Defensa. Los funcionarios rusos están considerando la posibilidad de crear una «situación de emergencia» para uno de los países de la OTAN, en la que los demás miembros de la Alianza no «respondan adecuadamente», explicó Kahl.
Como ejemplos, citó un posible «ataque a corto plazo» contra el archipiélago noruego de Spitsbergen o un conflicto con los países bálticos bajo el pretexto de proteger a las minorías locales de habla rusa. Si no se invoca el artículo 5 en tales conflictos, la OTAN como alianza defensiva se enfrenta al fracaso: ese es el objetivo que persigue la Federación Rusa.