El deterioro de las relaciones con Trump no obligará a Putin a poner fin a la guerra; Rusia planea un amplio rearme.


Según The Guardian, Putin no parece avergonzado por la primera ruptura tangible entre el presidente estadounidense Donald Trump y Moscú, lo que indica que el dictador ruso ya anticipaba este acontecimiento. Si bien Rusia considera lamentable el deterioro de las relaciones con Trump, sobre todo porque el presidente estadounidense ha cambiado drásticamente su tono, anunciando su apoyo a Ucrania y amenazando con imponer amplias sanciones contra Rusia, algunas fuentes afirman que, para Putin, la guerra siempre ha sido una prioridad absoluta.
Los analistas sugieren que el ultimátum de 50 días de Trump probablemente impulsará a Putin a intensificar las acciones militares. Un exfuncionario del Kremlin mencionó que Putin está «obsesionado» con no parecer débil y es improbable que suavice su postura ante las amenazas de Trump.
Además, la inteligencia ucraniana informa que Rusia planea gastar aproximadamente 1,1 billones de dólares en rearme para 2036. «Hay una movilización total de la política, la economía y la sociedad de la Federación Rusa para prepararse para una futura guerra a gran escala», enfatizó Kyrylo Budanov, jefe del Servicio de Seguridad del Estado, y añadió: «La Federación Rusa busca destruir el orden económico y de seguridad occidental».