El déficit presupuestario ruso en el primer semestre del año alcanzó el 97% del plan anual debido a una caída en los ingresos del petróleo y el gas.


Según la KSE, en mayo-junio, los ingresos rusos del petróleo y el gas fueron un 35% menores que en el mismo período en 2024, lo que provocó un aumento de la presión presupuestaria. En el primer semestre del año, el déficit del presupuesto federal alcanzó 3.7 billones de rublos, o el 97% del plan anual, que es más del 400% más alto que en el primer semestre de 2024.
Al mismo tiempo, la economía rusa también se ha desacelerado. En el primer trimestre, el PIB real cayó un 0,6% intertrimestral, lo que indica una recesión inminente. Las restricciones en la fuerza laboral y la inversión continuarán restringiendo el crecimiento en 2025, lo que aumenta los riesgos fiscales.
Además, Rosstat informó que en el primer semestre del año, 141.000 empresas cerraron en Rusia, mientras que solo 95.000 nuevas empresas abrieron. Así, la tasa de mortalidad de empresas en Rusia superó la de natalidad por primera vez desde 2022. Las empresas de los sectores comercial, de la construcción y manufacturero fueron las más propensas a cerrar.
Según las previsiones del Banco Central de Rusia, este año la economía crecerá un máximo del 1-2%, desacelerándose gradualmente hacia finales de año, y en 2026, entre el 0,5% y el 1,5%.