Dos semanas antes, Wilbur Ross, entonces secretario de Comercio de Estados Unidos, agregó a Skyrizon a una lista de empresas clasificadas como usuarios finales militares prohibidos, diciendo que sus actividades amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos. Ross dijo: «Skyrizon, una empresa estatal china, y su impulso para adquirir e indigenizar tecnologías militares extranjeras representan una amenaza significativa para la seguridad nacional y los intereses de la política exterior de Estados Unidos».