A pesar de las sanciones, Rusia consigue comprar microcircuitos estadounidenses para sus necesidades militares.
Los investigadores de The Insider afirman que Rusia sigue recibiendo «microcircuitos únicos indispensables para la navegación con misiles y drones, el filtrado de contenidos de Internet y el reconocimiento facial». Se trata de circuitos integrados lógicos programables producidos por las empresas estadounidenses Intel y AMD. Su exportación a Rusia sin la licencia adecuada fue prohibida ya en 2020, y después de que comenzó la invasión rusa de Ucrania en 2022, se impuso un embargo sobre el suministro de microcircuitos a Rusia. Sin embargo, los datos aduaneros muestran que AMD e Intel han hecho la vista gorda durante años ante la exportación a Rusia de chips Xilinx y Altera, que no tienen ningún uso interno. Durante los más de dos años de guerra, se importaron a Rusia microcircuitos similares por un valor de al menos 336 millones de dólares. Entre ellos se encuentran los microcircuitos de la empresa estadounidense Molex, que se instalan en los misiles de crucero Kh-101. Uno de estos cohetes alcanzó el hospital infantil Okhmatdit en Kyiv a principios de julio.