A pesar de las negociaciones, Rusia sigue atacando el sistema energético de Ucrania, lo que ha enfurecido a Trump.


El 7 de marzo, Rusia lanzó un ataque masivo contra Ucrania, apuntando a las instalaciones de infraestructura energética y de gas. Naftogaz de Ucrania informó de daños a sus instalaciones de producción de gas a causa del ataque, enfatizando que se trata del decimoséptimo ataque coordinado contra la infraestructura de gas de la empresa.
El mismo día y por séptima vez en tres semanas, el enemigo atacó el sistema energético de la región de Odesa, alcanzando una instalación energética de DTEK. En la región de Poltava, las instalaciones de gas de DTEK suspendieron sus operaciones debido al ataque del enemigo. La red de transporte de gas en la región de Ternopil también fue alcanzada por dos misiles rusos.
El presidente Donald Trump está furioso con las acciones de Rusia y el bombardeo continuo de Ucrania, mientras insiste en un alto el fuego. El 7 de marzo, Trump amenazó con aumentar la presión sobre el Kremlin para que acepte un alto el fuego y un acuerdo de paz.
Los expertos creen que Rusia está apuntando a la infraestructura de gas de Ucrania para restablecer el tránsito de su gas a la UE.
Según RDNA4, se espera que para fines de 2024 las pérdidas en el sector energético de Ucrania por los ataques rusos superen los 20 mil millones de dólares, y la restauración costará 70 mil millones de dólares.