A pesar de las declaraciones oficiales, la eliminación total del gas ruso por parte de la UE plantea problemas.

En ausencia de sanciones, será difícil para los compradores europeos rescindir contratos de gas en condiciones de fuerza mayor. Si bien un posible acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania podría flexibilizar las sanciones, la Comisión Europea está estudiando opciones legales que permitirían a las empresas europeas invocar la fuerza mayor y rescindir contratos de gas ruso sin penalizaciones. Sin embargo, abogados y analistas dudan de la eficacia de la fuerza mayor. Para que se declare, el proveedor debe incumplir el contrato, pero los demás proveedores rusos han demostrado su fiabilidad durante los tres años de la guerra de Rusia contra Ucrania. Por lo tanto, imponer sanciones a la importación de gas ruso es la medida más eficaz para el abandono gradual de este recurso.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha apoyado la nueva hoja de ruta de la UE para la prohibición total de las fuentes de energía rusas para 2027, enfatizando que el bloque no volverá a depender de Rusia.

Sin embargo, Eslovaquia y Hungría no apoyan la hoja de ruta de la UE. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, admitió que el país no podrá impedir la adopción del plan, pero Eslovaquia tiene un contrato con Gazprom vigente hasta 2034 y las consecuencias de rescindirlo podrían ser considerables.