El Índice de Recuperación Empresarial volvió a descender en julio.

El Instituto de Investigación Económica informó que el índice bajó de 0,09 a 0,05, marcando su segundo mes consecutivo de descenso.

Tendencias clave:

1. El porcentaje de empresas que operan a plena capacidad ha aumentado. En julio, el 63% de las empresas operaban a plena o casi plena capacidad, en comparación con el 45% del año anterior.
2. Los niveles de incertidumbre han disminuido. La proporción de quienes no pudieron predecir la situación de su negocio durante dos años se redujo del 37,4% al 31,4%.
3. Perspectivas positivas para la producción: La proporción de empresarios que no esperan cambios en la producción ha disminuido, mientras que aquellos que planean expandirla ha aumentado.
4. La inflación se está desacelerando. El porcentaje de empresas que pronostican un aumento en los precios de las materias primas bajó del 42,8% al 38,9%, y algunas incluso predicen una disminución.
5. Los problemas de electricidad son menos relevantes. Solo el 6% de las empresas los considera un obstáculo importante.

Principales desafíos:

1. Reducción de las carteras de pedidos: la duración promedio de las nuevas carteras de pedidos disminuyó a 4,5 meses.
2. El optimismo exportador ha disminuido ligeramente. La proporción de quienes predicen un crecimiento de las exportaciones ha disminuido ligeramente, mientras que quienes esperan una disminución ha aumentado.
3. Aumento de los riesgos y de los problemas de personal: Las amenazas a la seguridad volvieron a convertirse en el principal desafío para el 57% de las empresas, coincidiendo con la escasez de mano de obra.
4. Dificultades para contratar empleados: el número de quienes tienen dificultades para encontrar trabajadores calificados ha disminuido, pero las dificultades para encontrar trabajadores no calificados han aumentado.