Trump está dispuesto a aprobar nuevas sanciones contra Rusia, pero exige mayor autoridad para levantarlas.


El presidente estadounidense, Donald Trump, está dispuesto a firmar un proyecto de ley de sanciones contra Rusia. Sin embargo, solo lo hará si se modifica para otorgarle mayor control. El proyecto de ley actual permite al presidente levantar los aranceles del 500% a los países que compran petróleo y uranio rusos por hasta 180 días. El senador Lindsey Graham, impulsor del proyecto de ley, ha acordado revisarlo para permitir su levantamiento repetido, sujeto a la supervisión del Congreso.
Los cambios propuestos buscan consolidar la autoridad del presidente para levantar las sanciones, impidiendo que el Congreso cuestione sus decisiones.
«La administración no estará sujeta a la microgestión del Congreso sobre la política exterior del presidente», declaró un alto funcionario de la administración Trump.
Una fuente de la Casa Blanca también cree que esta flexibilidad podría dar lugar a un posible avance en las negociaciones con el líder ruso, Vladimir Putin. Mientras tanto, la disposición de Trump a colaborar con el Congreso en materia de sanciones refleja su creciente frustración con Putin. Trump se ha apoyado en su «reputación de ser capaz de negociar cualquier cosa, en cualquier lugar», pero Putin lo ha «hecho quedar como un tonto».
El Senado estadounidense planea considerar un proyecto de ley de sanciones contra Rusia a finales de julio.