Los agricultores ucranianos se enfrentan a una grave escasez de equipos.


En los últimos tres años, han perdido una parte significativa de su maquinaria. Según el Instituto de Economía Agraria, el año pasado las empresas agrícolas contaban con un 22% menos de tractores, un 13,5% menos de cosechadoras y un 12% menos de arados que en 2021.
Mientras tanto, la fabricación nacional de maquinaria agrícola se está reduciendo: en los últimos 10 a 15 años, la producción de tractores en Ucrania ha disminuido un 95%, la de arados un 90%, la de cultivadores un 85%, la de sembradoras un 82% y la de segadoras un 94%. La cuota de maquinaria ucraniana en el mercado nacional ha disminuido del 52% en 2012 al 20,5% en 2023. A pesar de la caída de las importaciones, la dependencia de la maquinaria extranjera sigue siendo alta. En 2024, los agricultores adquirieron equipos importados por un valor de 988,7 millones de dólares, incluyendo tractores por un valor de 404 millones de dólares y cosechadoras por un valor de 159 millones de dólares.
Gracias a un programa estatal destinado a compensar el coste de la maquinaria ucraniana, restablecido el año pasado tras una pausa en 2022-2023, los agricultores adquirieron en 2024 cerca de 300 tractores y alrededor de 3.000 unidades de maquinaria de siembra y labranza.