La UE ha limitado el acceso de las empresas estadounidenses, británicas y turcas a un fondo de rearme de 150 000 millones de euros destinado a apoyar la industria de defensa europea.


Las empresas con sede en EE. UU., Reino Unido y Turquía no podrán participar en el fondo de defensa de la UE de 150 000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea a menos que sus respectivos países firmen acuerdos de defensa y seguridad con Bruselas.
El objetivo de este nuevo enfoque es fortalecer la industria de defensa de la UE y reducir la dependencia de proveedores extranjeros. Esto se aplica específicamente a los sistemas de armas avanzados, en los que un tercer país puede restringir el uso de ciertos componentes o controlar su aplicación. Un ejemplo de ello es el sistema de defensa aérea estadounidense Patriot de RTX, entre otros sistemas de armas estadounidenses.
La propuesta aún requiere la aprobación de la mayoría de los países de la UE. De prosperar, los Estados miembros destinarán al menos el 65% de su gasto a productos de empresas de la UE, Noruega y Ucrania. El resto podría destinarse a productos de países que hayan firmado acuerdos de seguridad con la UE.
Excluir al Reino Unido y a Turquía podría suponer un reto para las principales empresas de defensa europeas que colaboran con esos países. Sin embargo, si Washington, Londres o Ankara desean unirse, necesitarán negociar un acuerdo con la UE.