El G7 acuerda distribuir un préstamo ucraniano de 50.000 millones de dólares procedente de los ingresos de los activos rusos congelados, y Moscú sigue lanzando nuevas amenazas.
Los miembros del G7 están negociando actualmente la asignación de ayuda a Ucrania tras el acuerdo que los líderes del G7 alcanzaron en junio en la cumbre en Italia para proporcionar un préstamo de 50 mil millones de dólares respaldado por los ingresos de los activos rusos congelados. Se espera que Estados Unidos y la UE aporten 20.000 millones de dólares cada uno, y Japón, Gran Bretaña y Canadá compartirán los 10.000 millones de dólares restantes.
Según Kyodo, Japón está considerando un préstamo de 3.300 millones de dólares para Ucrania. Los países del G7 planean iniciar el proyecto a finales de este año. Francia, Alemania e Italia todavía están esperando unirse al programa de préstamos, ya que la Unión Europea ya tiene un plan de apoyo similar.
Rusia ha encontrado una respuesta simétrica a la incautación de sus reservas en el extranjero: el país se apoderará de los activos de empresas y ciudadanos occidentales que están congelados en el país. Estos activos se guardan en cuentas especiales en rublos y no pueden convertirse en moneda extranjera ni retirarse de Rusia sin el permiso de una comisión gubernamental.