Alemania se opone a la transferencia de activos rusos a Ucrania por temor a nuevos pleitos durante la Segunda Guerra Mundial.
Las demandas de reparaciones derivadas de los crímenes de la Segunda Guerra Mundial han perseguido a Alemania durante décadas. Incluso ahora están apareciendo peticiones de mayores reparaciones. En 2019, Grecia exigió más de 300.000 millones de dólares en compensación, mientras que Polonia exigió 1,3 billones de dólares en 2022.
Además, Alemania también propone utilizar los activos rusos congelados como palanca de influencia sobre Rusia para obligarla a ceder los territorios ocupados a Ucrania en el caso de negociaciones de paz.
Sin embargo, los expertos creen que la motivación de Berlín es proteger a 272 empresas alemanas que todavía operan en la Federación Rusa, y que las preocupaciones de Alemania sobre sentar un precedente para las reparaciones de guerra son infundadas.
Al mismo tiempo, los representantes oficiales de la Federación Rusa amenazan con respuestas severas, «ojo por ojo», en caso de que Occidente confisque los activos rusos, señalando que «la Federación Rusa todavía tiene una gran cantidad de dinero occidental que puede convertirse en un objetivo para los ataques de Moscú contramedidas.»